martes, 5 de junio de 2012

Samanta Villar muestra el estilo de vida y estética de los 'Poligoneros'

En el programa de hoy...
Acuden asiduamente a las macrodiscotecas ubicadas en los polígonos industriales de las grandes ciudades y alargan sus noches de fiesta y desenfreno hasta el amanecer. Son jóvenes, viven en barrios a las afueras de las grandes ciudades, muchos de ellos no han completado sus estudios y tampoco tienen trabajo. Sólo viven para salir de fiesta con sus amigos, hacer botellón en los parkings y bailar sin parar en las discotecas. Samanta Villar muestra el estilo de vida, la estética y las rutinas de varios grupos de jóvenes “poligoneros”, en la nueva entrega de Conexión Samanta que Cuatro emite a partir de las 00:15 horas.
Saray, una joven de 18 años que lleva la fiesta en la sangre
Saray es una joven de 18 años que vive en Móstoles (Madrid) con sus padres y que no tiene trabajo. Vive con auténtica pasión sus noches de discoteca y tiene colgadas en su habitación las entradas de las mejores macrofiestas a las que ha asistido. Samanta acompaña a Saray y sus amigas a una sesión de un conocido DJ en una discoteca de Madrid. De camino al evento, el grupo de chicas aprovecha el viaje en metro y la espera en la parada del autobús que les llevará al polígono para hacer botellón. Después, siguen bebiendo alcohol y bailando en el parking antes de entrar en la discoteca.
Samanta comprueba lo nerviosas y emocionadas que están las jóvenes antes de la sesión del DJ, donde bailan de forma descontrolada. Al salir, ya son casi las siete de la mañana, se ponen las gafas de sol y continúan bebiendo alcohol y bailando en el parking hasta que vuelven a casa, donde Saray tiene que pasar el examen que le hace su padre cada vez que sale de fiesta.
Abel y sus amigos salen de fiesta como mínimo cuatro noches a la semana
En esta nueva entrega, la periodista también muestra la rutina de Abel y sus amigos. Todos rondan los 20 años, la mayoría de ellos no tienen trabajo y viven a las afueras de Madrid. Comparten su afición por el deporte, los coches, los perros de presa y la fiesta. Salen como mínimo cuatro noches a la semana. “Mi sueño es ser futbolista, me encantaría ser jugador de primera división”, asegura Abel, que explica que “ser un ‘poligonero’ es llevar el pelo de punta, tatuajes y ser un fiestero”.
Para el joven la estética lo es todo. Tiene varios tatuajes y piercings por todo el cuerpo y siempre se maquilla antes de salir fiesta. Samanta acompaña al grupo de amigos al peluquero para que les haga el último peinado de moda: el pelo rapado con cresta. Después se van de marcha a un parque a las afueras de la capital para hacer botellón y bailar con la música de los coches a todo volumen.
La periodista también conoce a Carlos, un amigo de Abel amante de la fiesta que se levanta a las cinco de la mañana para ayudar a su padre a cargar cajas de fruta en Mercamadrid para la frutería que regentan. “Hay que ayudar. Yo antes que trabajar prefiero vivir la vida, pero no estoy como para elegir. Preferiría estar sentado en una oficina antes que estar cargando fruta”, señala Carlos.
La estética “poligonera”
Otra joven protagonista del reportaje es Rosi. Tiene 20 años, vive en Arganda del Rey (Madrid) y se siente “orgullosa” de ser poligonera. Se levanta todos los días a las tres de la tarde, se arregla y se va de paseo a los centros comerciales. Luego queda con sus amigos en un parque para beber alcohol. De jueves a sábado sale todas las noches, primero haciendo botellón en el parking de las discotecas y después saliendo de marcha por las mejores fiestas de los polígonos. “Ahora mismo estoy en un estado que no sé lo que quiero con mi vida y vivo a lo loco”, apunta Rosi.
No sale de su casa sin hacerse un cardado en el pelo, ponerse unos pendientes y unas sortijas de oro. “Yo considero mi estilo como un sentimiento hacia una música que la gente considera ‘choni’. Me gusta mi peinado, los cardados, los complementos en el pelo, los pendientes, el oro y las cadenas”, señala.

En el programa anterior
Esta nueva entrega de Conexión Samanta, titulada “Madre a los 16”, recoge las historias de varias jóvenes que se han quedado embarazadas siendo unas adolescentes y aborda tanto las dificultades que atraviesan estas madres primerizas como sus familias. Samanta Villar conoce a Estefanía, una joven de 16 años que tiene que afrontar su embarazo sin el apoyo de su novio. La periodista vive junto a ella su último mes de gestación antes de dar a luz a su hijo Alejandro, así como sus primeros días como madre. Además, el programa muestra la historia de Raquel y Saray, dos jóvenes que después de haber sido madres adolescentes han decidido retomar sus estudios.

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